¿Qué celebramos el 20 de junio? Una mirada con sentido común

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Hoy conmemoramos el Día de la Bandera, que recuerda dos hitos inseparables: el fallecimiento de Manuel Belgrano el 20 de junio de 1820, y el nacimiento de nuestro emblema nacional en 1812.

Belgrano, abogado, militar y líder independentista, izó la primera bandera en Rosario como símbolo de nuestra soberanía popular

Pero detrás del prócer hay un vínculo menos visible y muy potente: su pertenencia a la masonería. Belgrano fue un masón activo, miembro de logias como la “Independencia” y la “Unidad Argentina”

Historiadores confiables, desde Saldías hasta Enrique de Gandía, reconocen su afiliación y destacan cómo la fraternidad masónica influyó en sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad, valores que luego plasmó en su acción pública.

El legado masónico en la bandera

No es mera coincidencia que la bandera argentina refleje esas ideas: el celeste y blanco asoman como símbolos de unidad nacional, pero también de aspiración republicana. La masonería, con sus ideales iluministas, ofrece un marco consistente para entender la filosofía de Belgrano. Desde su trinchera política y militar, buscó una patria libre de desigualdad y de prejuicios, con un enfoque claro en educación y justicia social.

¿Por qué rescatar este lazo?

  1. Valores enraizados: Belgrano no era sólo un héroe de batalla, también era un pensador comprometido con ideas modernas que ayudaron a modelar nuestra identidad nacional.
  2. Ciudadanía crítica: Reconocer su vínculo masónico no lo descalifica, sino que valora la riqueza intelectual y moral detrás de su protagonismo histórico.
  3. Sentido auténtico del Día de la Bandera: Ya no es un mero festejo protocolar, sino una oportunidad para reflexionar sobre los principios republicanos que fundan nuestra sociedad.