EL PJ BONAERENSE SE REÚNE EN UN CONGRESO MARCADO POR LA DESCONFIANZA Y UNA UNIDAD POR CONVENIENCIA.

El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires celebra su Congreso Partidario este sábado 6 de julio en el club Circunvalación de La Matanza, en un clima cargado de tensiones internas, pases de factura y una unidad que sólo se sostiene por conveniencia electoral.
Aunque el objetivo formal es avanzar en una estrategia conjunta para 2025, lo cierto es que la desconfianza entre sectores kirchneristas, massistas, intendentes y sindicalistas sigue siendo profunda. La estructura del PJ bonaerense está desgastada y sin conducción firme: el presidente Axel Kicillof no estará presente, mientras que Máximo Kirchner, jefe del partido, mantiene una relación tirante con varios jefes comunales.
La principal motivación detrás de este intento de unidad es retener poder en los distritos y en la Legislatura provincial, ante el avance del oficialismo libertario y la pérdida de influencia nacional del peronismo. Por eso, el acuerdo actual no se basa en un proyecto común, sino en la necesidad mutua de no fragmentarse aún más.
Muchos de los presentes llegarán al Congreso con reclamos cruzados: algunos intendentes reprochan a Kicillof y a La Cámpora haberlos dejado solos en 2023, mientras que los sectores más duros del kirchnerismo presionan para que se mantenga una línea ideológica cerrada. Sergio Massa, en silencio, sigue siendo una incógnita dentro del armado.
En definitiva, el PJ bonaerense intenta mostrarse unido, pero lo que predomina es la desorientación, el desgaste y una pulseada por espacios de poder que nadie quiere soltar, aunque todos saben que, si no hay renovación real, el futuro electoral del peronismo provincial está comprometido.