CRIMEN SIN RESOLVER: NUEVA PISTA EN EL CASO DE DIEGO FERNÁNDEZ

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El caso de Diego Fernández, un adolescente desaparecido en 1984 cuyos restos fueron hallados 40 años después en una casa de Coghlan, ha dado un giro inesperado. Un excompañero de colegio de la víctima, Cristian Graf, ha quedado bajo sospecha tras el testimonio de un testigo clave. El cuerpo de Diego fue encontrado en la propiedad que, años más tarde, alquiló Gustavo Cerati y que pertenece a la familia Graf desde la década de 1970.

La autopsia reveló que Diego Fernández fue asesinado de un puntazo en el tórax y que hubo intentos de desmembrar su cuerpo. La investigación original había sido archivada como “fuga de hogar” y no tuvo avances significativos durante décadas. El hallazgo accidental de los restos y la identificación por ADN reabrieron la causa.

El testimonio de un exalumno del mismo colegio técnico de la víctima y de Graf ha sido fundamental, ya que reveló la amistad que existía entre ambos. Aunque la madre de Graf aún reside en la vivienda donde se encontró el cuerpo, la fiscalía aún no ha imputado formalmente al sospechoso, y el caso podría enfrentar el riesgo de ser declarado prescripto debido al tiempo transcurrido. A pesar de ello, la aparición de esta nueva pista ha reavivado la esperanza de que se haga justicia para Diego Fernández.