DEBUT EXITOSO DE LA BOLETA ÚNICA DE PAPEL: UNA REFORMA QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE.
La implementación de la boleta única de papel marcó un antes y un después en la historia electoral de la provincia de Buenos Aires. Tras años de reclamos por transparencia y equidad, la herramienta debutó en los comicios legislativos con resultados ampliamente positivos: mayor rapidez, menos errores y cero denuncias de faltantes o robo de boletas.
De acuerdo con la Cámara Nacional Electoral, el nuevo sistema permitió acelerar el recuento de votos y mejorar la fiscalización, gracias a un diseño claro que simplificó la elección para los ciudadanos. Además, cada votante tuvo la posibilidad de marcar sus preferencias en una única hoja, evitando la manipulación partidaria y el gasto excesivo en impresión de boletas.
Autoridades judiciales y fiscales destacaron que el proceso fue ágil y transparente, incluso en distritos de alta densidad poblacional. En muchos casos, el escrutinio provisorio se completó en tiempos récord.
Los votantes también expresaron su satisfacción: la mayoría valoró la claridad del formato y la facilidad para votar sin confusiones. La experiencia dejó en evidencia que el nuevo sistema fortalece la democracia, reduce el clientelismo y moderniza el proceso electoral.
Con este debut exitoso, la boleta única de papel demostró que no sólo es viable, sino también necesaria. Todo indica que llegó para quedarse y convertirse en el modelo estándar para futuras elecciones en Argentina.
