LA CARTA DE CRISTINA KIRCHNER PROFUNDIZÓ LA CRISIS EN EL GABINETE DE KICILLOF

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UNA CARTA QUE DESATÓ UN SISMO POLÍTICO

La exvicepresidenta difundió una extensa carta en la que deslizó críticas veladas a la conducción de la Provincia de Buenos Aires y al propio gobernador. El texto, interpretado como un intento de marcar distancia del naufragio electoral del kirchnerismo, reactivó viejas tensiones entre La Cámpora, los ministros cristinistas y el entorno más técnico de Axel Kicillof.

El mensaje fue recibido en La Plata como “una declaración de ruptura”, y generó horas de incertidumbre en la Gobernación. “Dejó a todos en shock”, resumió un funcionario bonaerense.


MINISTROS EN LA CUERDA FLOJA

Entre los más afectados están los funcionarios del gabinete directamente vinculados a Cristina y a Máximo Kirchner, cuyas renuncias podrían precipitarse en los próximos días.
La tensión escaló al punto de que algunos ministros evitaron concurrir a las reuniones de coordinación, mientras otros pusieron su cargo a disposición del gobernador.

Kicillof, por su parte, intenta mantener el equilibrio político en un gabinete que ya venía resentido por la derrota electoral y por la pérdida de peso territorial frente al avance libertario.


EL GOBERNADOR, ATRAPADO ENTRE DOS FUEGOS

La relación entre Kicillof y Cristina Kirchner atraviesa su peor momento desde 2019.
El gobernador bonaerense busca diferenciarse con un perfil más de gestión, mientras la exvicepresidenta lo acusa —en privado— de haber “abandonado la causa” y de haber priorizado su figura por encima del proyecto político.

Fuentes del entorno de Kicillof reconocen que la carta “cayó como una bomba” y que la convivencia entre el cristinismo duro y los funcionarios técnicos es cada vez más insostenible.


EL KIRCHNERISMO, SIN RUMBO Y EN RETROCESO

La crisis bonaerense es el reflejo del derrumbe político del kirchnerismo tras las elecciones.
Sin conducción nacional, sin estructura unificada y con Cristina intentando despegarse del resultado, el espacio se fractura en varios núcleos: gobernadores que buscan autonomía, intendentes que rearman sus propios bloques y un Instituto Patria cada vez más aislado.

Kicillof, que hasta hace poco era considerado el heredero natural del kirchnerismo, ahora enfrenta la disyuntiva de romper definitivamente con el ala dura o quedar atrapado en su propia interna.


CONCLUSIÓN

La carta de Cristina Kirchner no fue solo una reflexión política: fue el detonante de una crisis abierta en el gobierno bonaerense.
El gabinete de Axel Kicillof tambalea entre lealtades cruzadas y renuncias inminentes, mientras el peronismo intenta sobrevivir a una derrota histórica que dejó al descubierto el agotamiento del liderazgo de Cristina y el aislamiento del kirchnerismo.