CRISTINA HUNDE A KICILLOF EN PÚBLICO PARA SALVAR LO QUE QUEDA DEL KIRCHNERISMO.

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1. Cristina Kirchner le soltó la mano a Axel Kicillof
En un nuevo capítulo de la interna peronista, Cristina Fernández de Kirchner expuso públicamente a Axel Kicillof, criticando su estrategia electoral y sugiriendo que no es el indicado para liderar la resistencia del kirchnerismo de cara a octubre. La escena fue leída como un desplante humillante hacia el actual gobernador bonaerense.

2. “Nos dormimos” y otras frases con doble filo
Durante un acto partidario, CFK deslizó que “algunos” del espacio “se durmieron” mientras La Libertad Avanza se consolidaba políticamente, en clara alusión a la pasividad y errores de gestión de Kicillof, a quien se le atribuye no haber podido contener la pérdida de apoyo popular en el Conurbano.

3. Kicillof, debilitado y sin rumbo claro
La falta de reacción inmediata por parte del gobernador dejó en evidencia su aislamiento político, ya que sectores del peronismo duro vuelven a mirar a Cristina como única referencia válida, incluso a costa de “quemar” a quien fue su delfín en la provincia.

4. ¿Último intento de Cristina por salvar al kirchnerismo?
La ex presidenta intenta reordenar el espacio propio a contrarreloj, con la idea de preservar una mínima estructura de poder legislativo. Pero para eso, parece dispuesta a sacrificar a Kicillof, responsabilizándolo por la debacle electoral inminente en Buenos Aires.

5. Interna al rojo vivo
Lo que antes era una alianza estratégica entre jefa y alumno, hoy es una guerra fría con micrófono abierto. La pelea ya no se esconde, y deja en claro que el kirchnerismo vive su hora más crítica, dividido entre los que buscan sobrevivir a cualquier precio y los que aún no aceptan que el ciclo se terminó.

6. Conclusión
Cristina Kirchner no está dispuesta a hundirse con Kicillof. La caída del gobernador puede ser el precio que ella está dispuesta a pagar para mantener viva su marca política, aunque eso implique romper con lo último que le queda de lealtad interna.
En el peronismo, la sangre sigue corriendo… y octubre todavía no llegó.