EL GOBIERNO DEFINE SU REFORMA LABORAL Y SE ALISTA PARA SUMAR APOYOS EN EL CONGRESO.
El Gobierno finalizó el borrador definitivo de la reforma laboral y se prepara para encarar una nueva etapa de negociaciones con distintas fuerzas políticas y actores económicos. Según detalla el artículo, el texto ya fue revisado por las áreas técnicas y jurídicas, y ahora la estrategia pasa por asegurar los consensos necesarios para su tratamiento parlamentario.
La Casa Rosada mantiene contactos con gobernadores, bloques aliados y sectores del empresariado, con el objetivo de construir un respaldo amplio que le permita llevar la iniciativa al recinto con posibilidades de aprobación. La prioridad oficial es que el proyecto avance antes de que termine el período de sesiones, aunque reconocen que los tiempos dependerán de la dinámica de acuerdos en el Congreso.
El borrador incluye cambios en modalidades de contratación, litigios laborales, períodos de prueba y regulaciones específicas para nuevas formas de trabajo. La idea del Ejecutivo es impulsar un marco más flexible, reducir costos asociados a la contratación y generar condiciones que incentiven la creación de empleo formal.
El Gobierno considera que, al contar con la primera minoría parlamentaria, puede articular apoyos si logra sumar a sectores moderados. Por eso, el trabajo político se concentra en conversar con diputados y senadores que mostraron predisposición al diálogo en anteriores votaciones.
Mientras tanto, el Ministerio de Trabajo y los equipos técnicos siguen afinando detalles y explicando los alcances de la reforma para despejar dudas y evitar interpretaciones erróneas. La expectativa es que, con acuerdos previos, el debate legislativo avance sin sobresaltos.
La Casa Rosada apuesta a que la reforma laboral se convierta en una de las piezas centrales de su programa económico para 2026.