El pádel, el nuevo Tinder: solteros, casados y divorciados se cruzan más que pelotas

Lo que empezó como una moda deportiva, hoy es también un nuevo terreno de encuentro social: el pádel se convirtió en el nuevo Tinder. Clubes de todo el mundo —y especialmente en España y América Latina— ven crecer las inscripciones de solteros, casados aburridos o divorciados que buscan algo más que deporte.
La lógica es simple: parejas mixtas, partidos en formato “match express” y grupos rotativos generan una dinámica informal, lúdica y sin la presión de las apps de citas. El lenguaje corporal y la adrenalina del juego hacen el resto. “Te conocés sudando, riéndote y compitiendo… ya tenés más que una biografía de Instagram”, señala una jugadora.
Además, muchos lo eligen porque no parece una cita, pero puede terminar siéndolo. La clave: no hay guión, no hay algoritmo, hay conexión en tiempo real. Incluso clubes ya organizan torneos para singles, con after incluidos.
El fenómeno crece en países como Argentina, donde el pádel está viviendo un boom, y confirma algo más grande: en tiempos de pantallas, el cuerpo y el contacto real siguen teniendo ventaja.