EL TRABAJO SERÁ OPCIONAL: ELON MUSK ANTICIPA UNA NUEVA ERA IMPULSADA POR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
En una entrevista reciente, Elon Musk comentó que el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial —y su integración creciente en tareas de producción, servicios y decisiones— hace plausible un futuro en el que gran parte de la población ya no necesite “trabajar para sobrevivir”. En su visión, los sistemas automatizados serán lo suficientemente potentes como para generar riqueza sin intervención humana directa.
Musk señaló que ese escenario no es lejano: si bien todavía hay etapas de transición complicadas, anticipa que dentro de esta década las empresas podrían operar con mínima dotación humana, y el Estado o mecanismos públicos tendrán que replantear su rol para garantizar ingresos, ya sea mediante renta básica universal u otros esquemas similares.
También advirtió que esto implicará una disrupción social mayor: la identidad ligada al “trabajo” se verá alterada, habrá necesidad de rediseñar el contrato social y reformular qué significa “sostenerse” en una economía dominada por máquinas e IA.
Sin embargo, Musk sostuvo que esta transformación no sucederá automáticamente ni sin costos: habrá pérdida de empleos tradicionales, tensiones políticas por la redistribución, y el riesgo de que quienes controlan la IA concentren aún más el poder económico. Por eso, dijo, “no basta con la tecnología: debe existir voluntad política y cultural para que el cambio no sea traumático”.
Finalmente, el magnate anticipó que, una vez que la IA alcance cierta autonomía, la lógica de incentivos cambiará: trabajar dejaría de ser la única vía para tener ingreso y sentido, y las sociedades deberán adaptarse para que la productividad generada por máquinas se convierta en bienestar humano y no solo en beneficio de unos pocos.
