GUILLERMO FRANCOS CITÓ “COMO LA CIGARRA” Y HABLÓ DE SU CONTINUIDAD POLÍTICA: “TANTAS VECES ME MATARON Y AQUÍ SIGO”.

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UN MENSAJE CON DOBLE SENTIDO

Francos fue consultado sobre las especulaciones respecto a una posible reestructuración del gabinete tras las elecciones. Fiel a su estilo calmo, respondió citando una línea cargada de simbolismo:
“Tantas veces me mataron, tantas veces me morí… y aquí estoy, renaciendo como la cigarra”.

El funcionario explicó que la frase resume su recorrido personal y político: “Aprendí que en este país te dan por terminado muchas veces, pero si uno cree en lo que hace y mantiene la serenidad, siempre puede volver a ponerse de pie”.


ENTRE LA LEALTAD Y EL RECONOCIMIENTO

Francos es una de las figuras más experimentadas del gabinete libertario. Acompaña a Milei desde el inicio de la gestión y fue clave en la articulación con los gobernadores y en la creación del Consejo de Mayo.
Consultado sobre su futuro, descartó renuncias y reafirmó su compromiso con el Presidente:

“Estoy donde el Presidente me necesite. El proyecto que lidera Javier Milei es mucho más grande que cualquiera de nosotros”.

Su frase llega en un momento donde se especula con ajustes dentro del equipo de gobierno, tras la victoria electoral y el anuncio de nuevos nombres para la segunda etapa de gestión.


“LA POLÍTICA ES RESISTIR Y AVANZAR”

Francos también reflexionó sobre el desgaste que implica la función pública. “El poder te expone, pero también te enseña a resistir”, afirmó.
Destacó que, pese a las críticas, el Gobierno “ha logrado en menos de un año ordenar las cuentas, estabilizar la economía y abrir el diálogo federal con las provincias”.

Para el funcionario, los resultados electorales demostraron que la sociedad respalda “una nueva forma de gobernar, sin privilegios ni intermediarios”.


CONCLUSIÓN

Con su cita a Como la cigarra, Francos dejó entrever que no piensa alejarse del Gobierno. Lejos de los rumores de desgaste, el jefe de Gabinete se muestra como una pieza central del esquema de Milei y, fiel a la metáfora de Walsh, reivindica la resiliencia política como virtud esencial en tiempos de cambio.