INSOLVENTE, PERO MILLONARIA: LA MANIOBRA DE CRISTINA KIRCHNER PARA NO DEVOLVER LOS USD 55 MILLONES
Resumen en menos de 5 minutos
1. Maniobra judicial de último momento
En el marco de la causa Vialidad, donde fue condenada por corrupción, Cristina Fernández de Kirchner se declaró “insolvente” para no tener que devolver al Estado los USD 55 millones que se le exigen como reparación del daño. Lo hizo a través de su defensa, argumentando que no tiene fondos suficientes para afrontar ese pago.
2. El tribunal ya había ordenado embargos y medidas patrimoniales
El Tribunal Oral Federal N°2 había dispuesto la inhibición de bienes y cuentas bancarias de CFK para garantizar la restitución del dinero malversado en la obra pública. Sin embargo, su declaración de insolvencia busca evitar o demorar el cumplimiento de esa reparación económica.
3. Contradicciones con su patrimonio real
Según investigaciones anteriores y registros públicos, la vicepresidenta en funciones hasta 2023 posee múltiples propiedades, empresas familiares y fondos millonarios, lo cual contradice su declaración de “incapacidad económica”. La movida fue interpretada por varios analistas como una estrategia para eludir la acción de la Justicia.
4. Reacción política y social
Desde distintos sectores, especialmente del oficialismo actual, se denunció que se trata de un nuevo intento de impunidad, propio de quien manejó el poder durante años sin rendir cuentas. La causa Vialidad fue considerada emblemática, al demostrar el esquema de corrupción montado en Santa Cruz.
5. El proceso sigue su curso
Pese a esta maniobra, la causa continúa en manos de la Corte Suprema, que debe resolver si confirma la condena por administración fraudulenta y asociación ilícita. Mientras tanto, la defensa de Cristina busca ganar tiempo y dilatar las consecuencias económicas del fallo.
6. Conclusión
Cristina Kirchner intenta evitar la devolución del dinero robado al Estado mediante una jugada judicial cuestionada. Aunque se diga insolvente, los números no cierran. La causa Vialidad sigue siendo el símbolo de la corrupción estructural del kirchnerismo, y ahora también, de su intento de zafar de las consecuencias.