LA REFORMA LABORAL DE LA UNIÓN SOVIÉTICA: EL KIRCHNERISMO IMPULSA UNA CONTRARREFORMA CON MÁS REGULACIÓN Y MENOS INCENTIVOS AL EMPLEO.
El kirchnerismo presentará en el Congreso una contrarreforma laboral como respuesta al proyecto impulsado por el Gobierno nacional. Según detalla la nota, la iniciativa propone un aumento del salario mínimo, una reducción de las horas de trabajo y una mayor regulación sobre las plataformas digitales y aplicaciones de empleo.
El proyecto busca revertir los cambios planteados por el oficialismo y reinstalar un esquema con mayor intervención del Estado en las relaciones laborales. Entre los puntos centrales, se destaca la intención de reducir la jornada laboral sin disminución salarial, elevar el piso del salario mínimo y establecer normas más estrictas para empresas de economía digital.
Desde el espacio kirchnerista sostienen que la propuesta apunta a “proteger derechos adquiridos” y mejorar las condiciones de los trabajadores frente a lo que consideran un avance flexibilizador. También plantean que el Estado debe tener un rol activo en la regulación del empleo y en la fijación de estándares laborales.
La iniciativa será presentada como alternativa política y legislativa, en un contexto de fuerte disputa por el rumbo del mercado de trabajo y con posiciones claramente enfrentadas entre oficialismo y oposición.
INFORME DE UN ESPECIALISTA
Por qué esta propuesta no sirve y profundiza los problemas estructurales del empleo
Un especialista en economía laboral y mercado de trabajo analizó la contrarreforma y fue contundente:
“Es una propuesta ideológica, anclada en una lógica estatista del siglo pasado, que no dialoga con la realidad productiva actual”.
Según el análisis, el principal problema del proyecto es que confunde deseo con resultado. Aumentar salarios por ley y reducir horas de trabajo sin mejoras de productividad no genera bienestar automático, sino que eleva costos y expulsa empleo formal.
El especialista remarca cinco puntos críticos:
- Más salario mínimo no crea empleo
En economías con alta informalidad, subir el salario mínimo sin crecimiento real provoca que las empresas pequeñas dejen de contratar o pasen a la informalidad. El resultado no es más salario, sino menos trabajo registrado. - Reducir horas no aumenta productividad por decreto
La reducción de la jornada laboral funciona en países con alta productividad, tecnología y capital. En contextos como el argentino, solo encarece el costo por hora y desalienta nuevas incorporaciones. - Regulación excesiva a las apps destruye oportunidades
Las plataformas digitales generan empleo flexible para miles de personas que hoy no encontrarían trabajo en el sistema tradicional. Regularlas como si fueran fábricas de los años 70 implica directamente achicar el mercado laboral. - Ignora el problema central: el costo laboral total
La propuesta no aborda impuestos, juicios laborales ni cargas que hacen inviable contratar. Solo suma obligaciones sin resolver los incentivos. - Repite un modelo fracasado
“Es una reforma con lógica soviética: el Estado fija condiciones sin considerar la realidad económica. Ya se aplicó durante años y el resultado fue más informalidad, menos inversión y salarios reales en caída”.
El especialista concluye que la contrarreforma kirchnerista no moderniza el empleo, sino que busca conservar poder sindical y control estatal, aun a costa de reducir oportunidades laborales.
Mientras el Gobierno apuesta a una reforma orientada a la creación de empleo y la reducción de la litigiosidad, el kirchnerismo propone volver a un esquema rígido que ya mostró sus límites. El debate que se abre en el Congreso no es solo técnico, sino conceptual: adaptarse al mundo actual o insistir con recetas que ya fracasaron.
