LO QUE NO SE VIO DEL SUPERCLÁSICO: APLAUSOS, HÉROES SILENCIOSOS Y UN RIQUELME PICANTE.
Tras el triunfo de Boca 3-2 sobre River en la semifinal de la Copa de la Liga, salieron a la luz detalles que no se vieron en la transmisión pero que pintan el clima que se vivió en Córdoba. En las tribunas, el más ovacionado fue Edinson Cavani, que fue reemplazado en el segundo tiempo, pero se llevó una enorme ovación por su entrega y goles en instancias decisivas.
Otro de los más aplaudidos fue Chiquito Romero, quien tuvo intervenciones clave en el final y fue abrazado por todo el cuerpo técnico al terminar el partido. En el banco de suplentes se destacó la actitud de Valentín Barco, quien sin haber jugado, fue uno de los más efusivos alentando y arengando a sus compañeros.
El “héroe silencioso” del clásico fue Cristian Medina, quien tuvo una actuación destacada en el mediocampo, manejando los tiempos del partido y siendo clave en la recuperación, aunque sin tanto brillo mediático como otros nombres.
Desde lo institucional, también hubo momentos calientes: Juan Román Riquelme, presidente de Boca, estuvo en la cancha y protagonizó un ida y vuelta con hinchas de River que lo insultaban desde la tribuna. Riquelme les respondió con gestos y sonrisas irónicas, fiel a su estilo.
El clima fue intenso, pero sin incidentes graves. Boca celebró su paso a la final con euforia, mientras que River se retiró en silencio, con varios jugadores visiblemente golpeados por el resultado.
