MILEI RETOMA SU AGENDA INTERNACIONAL Y VIAJA A ESTADOS UNIDOS, PERO SIN ENCUENTRO CON TRUMP.
UNA GIRA DE PERFIL ECONÓMICO
El viaje forma parte de la estrategia del Gobierno para reforzar los vínculos financieros y comerciales con Washington, luego del reciente swap bilateral y del respaldo del Tesoro estadounidense a la política económica argentina.
Durante su estadía, Milei mantendrá reuniones con funcionarios del Departamento del Tesoro, inversores y directivos de bancos internacionales, con el objetivo de profundizar la cooperación económica y atraer nuevas inversiones.
Fuentes de Cancillería indicaron que el mandatario viajará acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y por el titular del Banco Central, Demian Reidel, en una comitiva reducida centrada en temas técnicos.
SIN CITA CON DONALD TRUMP
Aunque ambos líderes mantienen una relación cordial y se han manifestado públicamente con admiración mutua, no está en agenda un encuentro formal con el expresidente Donald Trump.
Desde Casa Rosada aclararon que “no hubo gestión diplomática ni política para coordinar una reunión”, dado que el viaje tiene un perfil estrictamente institucional y económico.
El foco, remarcan en el entorno de Milei, será consolidar los acuerdos financieros alcanzados con el gobierno de Joe Biden y sostener el diálogo directo con las principales instituciones de crédito y fondos de inversión.
UNA SEÑAL DE MADUREZ DIPLOMÁTICA
El Presidente busca proyectar una imagen de estabilidad, apertura y previsibilidad en los foros internacionales.
La ausencia de una reunión con Trump —figura central en el escenario republicano— fue interpretada por analistas como un gesto de prudencia diplomática: Milei evita involucrarse en la interna estadounidense y se concentra en fortalecer la relación bilateral de Estado a Estado.
En paralelo, mantendrá contactos con empresas energéticas y tecnológicas interesadas en invertir en Argentina, especialmente en los sectores de litio, gas y software.
CONCLUSIÓN
El viaje de Milei a Estados Unidos se inscribe en la nueva etapa de política exterior argentina: menos ideología y más pragmatismo.
Sin reunión con Trump, pero con respaldo institucional de Washington, el Presidente busca consolidar la inserción internacional del país y demostrar que la Argentina puede combinar su alineamiento con Occidente con una agenda económica sólida y previsible.
