¿QUÉ LE PASA AL CUERPO CUANDO SE CONSUME MAGNESIO TODOS LOS DÍAS?
Beneficios de una ingesta adecuada
- El magnesio interviene en la producción de energía, el funcionamiento de los músculos y nervios, la salud ósea, la regulación de la presión arterial y el metabolismo de la glucosa.
- Una ingesta diaria dentro de los valores recomendados, obtenida a través de la dieta o bien bajo asesoramiento, contribuye al correcto funcionamiento del sistema muscular, al equilibrio del ritmo cardíaco, al mantenimiento del sistema inmunitario y a la fortaleza ósea.
- En el caso de quienes padecen migrañas, fatiga o alteraciones musculares, contar con niveles adecuados de magnesio parece estar asociado a una mejoría de síntomas como calambres, tensión muscular o dolores de cabeza.
Qué sucede si se exceden los límites
- En personas con función renal normal, el magnesio en exceso alimentario suele eliminarse sin consecuencias graves. Sin embargo, el riesgo aumenta si se recurre a suplementos sin supervisión o en contextos de disfunción renal.
- Las consecuencias de una suplementación excesiva o mal dirigida pueden incluir trastornos digestivos como diarrea o vómitos, pero también efectos más severos como hipotensión, arritmias cardíacas, debilidad muscular o acumulación del mineral en el cuerpo (hipermagnesemia) en casos graves.
- Interacciones con medicamentos: el magnesio puede reducir la absorción de ciertos antibióticos, antidiabéticos, diuréticos o medicamentos para la tiroides, por lo que la simultaneidad de su consumo debe evaluarse con un profesional.
¿Cuánta cantidad se recomienda?
- Los valores varían según edad, sexo y estado de salud, pero como referencia oficial se señalan alrededor de 400–420 mg diarios para hombres adultos y 310–320 mg para mujeres adultas.
- En cuanto a suplementos, muchas fuentes advierten que la dosis «máxima tolerable» de suplemento puro está en torno a los 350 mg diarios sin supervisión médica, dado que los alimentos ya aportan magnesio y el uso de suplemento debe justificarse.
Consumir magnesio todos los días dentro de los rangos recomendados puede traer ventajas claras para el bienestar general: mayor fortaleza muscular, mejor funcionamiento nervioso, potencial mejora en la regulación del azúcar y la presión arterial, y mayor densidad ósea. Pero esto no significa que tomar suplementos sin control o en dosis elevadas sea inocuo. La diferencia entre beneficio y riesgo está en el contexto: la salud renal, la dieta habitual, la presencia de enfermedades crónicas o el uso de medicamentos pueden cambiar el perfil de seguridad.
Si estás pensando en suplementarte con magnesio, consultar a un profesional de salud para valorar dosis, forma de magnesio (citrato, óxido, etc.) y compatibilidad con tu esquema nutricional y de medicamentos es la mejor estrategia.
