UNA NENA DE CORRIENTES FUE AL HOSPITAL POR UN INTENSO DOLOR DE OJO Y DESCUBRIERON QUE TENÍA GUSANOS EN LA CABEZA.
En la provincia de Corrientes, una niña de siete años fue atendida por su familia en un hospital luego de presentar un dolor intenso en el ojo y síntomas de infección que empeoraban.
El personal médico decidió realizar una exploración más completa, y para sorpresa de los profesionales se detectaron larvas vivas en el cuero cabelludo, justo detrás de la oreja y extendiéndose hacia la zona temporal. La situación fue confirmada mediante imágenes clínicas.
Los especialistas explicaron que la presencia de gusanos en esa zona no es una manifestación común de infecciones oculares habituales y apuntaron a la posibilidad de que la niña estuviera en contacto prolongado con ambientes con higiene precaria o sin intervención médica temprana.
En ese sentido, subrayaron la importancia de la atención pediátrica oportuna: aunque el dolor de ojo es un síntoma habitual en la infancia, cuando se prolonga o se agrava debe derivar en diagnóstico inmediato para evitar complicaciones.
La familia aseguró al medio que la niña había estado jugando varios días en el patio de la casa, donde había restos de vegetación abandonada y humedad acumulada. Esa combinación fue señalada como un posible caldo de cultivo para insectos, que a su vez pueden generar infestaciones de parásitos que migran a la piel o al cuero cabelludo.
Tras el hallazgo, la menor fue sometida a tratamiento antiparasitario y cuidados dermatológicos específicos.
También se activó la intervención del sistema de salud local para inspeccionar la vivienda y asesorar a la familia sobre condiciones de salubridad —ventilación, eliminación de restos, protección de mascotas— que podrían haber contribuido al episodio.
Este caso generó preocupación en la comunidad correntina porque refleja una brecha en prevención, vigilancia y educación sanitaria: la simple manifestación de dolor ocular derivó en un diagnóstico grave que pudo haber evitado daños mayores de no haber sido detectado a tiempo.
Los médicos hicieron hincapié en que no se trata solo de un problema médico aislado, sino de un llamado de alerta para que los padres y responsables controlen ambientes, aseguren la higiene del hogar y consulten ante cualquier signo inusual en los niños.
