El Papa Francisco dejó sus propias reglas para su funeral: humildad hasta el final

Fiel a su estilo austero y su mensaje de cercanía, el Papa Francisco modificó en vida el protocolo para su propio funeral, buscando que su despedida esté marcada por la sobriedad y la humildad. A diferencia de otros papas, Francisco pidió que se eviten los fastos excesivos y que el foco esté en la oración, no en el poder.
El funeral se celebrará en la Plaza San Pedro, pero sin días de exhibición pública del cuerpo ni procesiones grandilocuentes. Además, pidió ser enterrado en el cementerio teutónico del Vaticano, y no en la cripta papal tradicional, una decisión inédita en la historia reciente.
Las exequias estarán encabezadas por su sucesor, como indica el nuevo reglamento que él mismo redactó en caso de papa fallecido en ejercicio. También pidió no trasladar su cuerpo a Argentina, dejando así un mensaje fuerte sobre su pertenencia universal más allá de su tierra natal.
Con este gesto final, Francisco reafirma su legado de humildad, reforma y vocación pastoral, alejándose del boato y acercándose, incluso en la muerte, a los más sencillos