EL PERONISMO BUSCA SU UNIDAD EN MEDIO DE REPROCHES Y NEGOCIACIONES CONTRARRELOJ.

El peronismo atraviesa un momento decisivo en su intento por reconstruir una estrategia unificada tras la dura derrota electoral de 2023 y la consolidación de Javier Milei en el poder. Durante este fin de semana se llevan a cabo reuniones clave en Buenos Aires entre referentes de distintos sectores del PJ, con el objetivo de acordar una hoja de ruta común y calmar las disputas internas.
Las conversaciones son encabezadas por gobernadores, intendentes y legisladores que buscan evitar una ruptura formal del espacio. La tensión es alta: hay reproches cruzados, acusaciones de “hacer la suya”, y desconfianza entre dirigentes alineados con el kirchnerismo, el massismo y sectores más tradicionales del PJ. La idea de una gran mesa de unidad sigue en pie, pero no hay consenso ni liderazgos claros.
Entre los puntos críticos está la relación con Cristina Kirchner y su espacio, que mantiene una posición ambigua: ni afuera ni adentro del armado. Sergio Massa, por su parte, sigue sin pronunciarse públicamente, mientras sectores que lo acompañaron en 2023 reclaman mayor protagonismo. El gobernador Axel Kicillof es visto como una figura de peso, pero también genera resistencias.
La tregua es frágil y se negocia voto a voto en el Congreso, donde la oposición busca actuar unida frente a las iniciativas del oficialismo. Pero incluso ahí, las diferencias tácticas afloran. La falta de conducción nacional y de una narrativa que unifique al espacio siguen siendo obstáculos centrales.
El objetivo de corto plazo es lograr una convivencia mínima que permita avanzar en la reorganización partidaria y proyectar una estrategia electoral para 2025. Sin embargo, el escenario es incierto y el tiempo apremia.