Kicillof vs. La Cámpora: el peronismo corrupto al borde de la ruptura definitiva

El gobernador se despega de Máximo y Cristina, y se desata la interna que nadie puede frenar.
La interna del peronismo bonaerense está al rojo vivo: Axel Kicillof y La Cámpora ya no se disimulan el odio político, y la ruptura parece inminente. El gobernador bonaerense habría decidido romper definitivamente con el aparato kirchnerista que responde a Cristina Kirchner y su hijo Máximo.
El trasfondo es claro: Kicillof busca consolidar su propio espacio político, mientras La Cámpora resiste, especula y presiona para conservar poder, cargos y caja. Las diferencias estallan en el control del PJ bonaerense, el manejo de recursos, las listas de candidatos para 2025 y hasta en el discurso público.
Kicillof, que se presenta como una figura más técnica y menos contaminada, ahora intenta despegarse de la imagen de corrupción, fanatismo y desgaste que arrastra el kirchnerismo puro, mientras algunos intendentes del conurbano ya lo ven como una alternativa para sobrevivir electoralmente.
Del otro lado, La Cámpora no piensa entregar el poder sin pelear: opera desde adentro, filtra información y dinamita acuerdos, lo que paraliza al peronismo justo cuando más necesita reorganizarse.
El resultado: una guerra sin retorno entre las dos almas del peronismo, en la que lo único que parece quedar en pie… es el recuerdo de lo que alguna vez fue una maquinaria política poderosa.