Escándalo en la Bonaerense: Kicillof echa y denuncia por sedición a policías que se levantaron por un reclamo salarial

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El gobernador Axel Kicillof tomó la decisión de despedir y acusar de sedición a 18 efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que abandonaron sus tareas para protestar por una mejora salarial. La medida generó una ola de repercusiones políticas y mediáticas, ya que el mandatario argumenta que los agentes incumplieron con sus obligaciones esenciales al dejar sin cobertura zonas claves de seguridad ciudadana.

Por su parte, los policías cuestionan que sus demandas salariales y de condiciones laborales fueron desoídas durante mucho tiempo, y sostienen que se vieron forzados a tomar medidas extremas para visibilizar la situación. Sin embargo, Kicillof no solo los expulsó de la fuerza, sino que además los denunció por sedición, una figura legal que indica que habrían puesto en riesgo la estabilidad institucional.

El asunto reabrió el debate sobre la precarización en la policía bonaerense y la forma en que el Gobierno maneja las demandas de sus fuerzas de seguridad. Mientras tanto, distintos sectores políticos y de derechos humanos advierten sobre los alcances de la acusación, ya que podría sentar un precedente para casos futuros de protestas en cuerpos estatales.